El lunes 18 de Noviembre de 2013, caminando por el Palacio de Justicia de los tribunales de Talcahuano 550 donde está la Corte Suprema de Justicia de la Nación, vi un cartel que anunciaba la presentación de una nueva investigación exploratoria sobre las tasas de homicidios dolosos registrados durante el año 2012 en Ciudad de Buenos Aires y los departamentos judiciales del conurbano bonaerense y La Plata. La noticia me pareció interesante porque es difícil encontrar tasas de homicidios dolosos oficiales y actualizadas.
La
presentación era ese mismo día en la sala de audiencias de la Corte, en el
cuarto piso, y estaba a cargo del Dr. Eugenio R. Zaffaroni, ministro de la
C.S.J.N.
Hice
una pausa en el recorrido habitual de mi trabajo porque me parecía que valía la
pena hacer el esfuerzo por presenciarlo en vivo; además escuchar a Zaffaroni
hablar siempre es un suceso.
Subí
hasta la sala de audiencias y me acerqué a las mesas de acreditación. El
pequeño problema era que yo no tenía acreditación de ningún medio periodístico
ni formaba parte de ningún cuerpo judicial invitado. Me acerqué a la
coordinadora y le comenté que solo tenía mi credencial de abogada para
presentarle y que estaba haciendo una investigación para una tesis de posgrado
en Investigación Científica del Delito, por lo que las tasas de homicidio que
iban a publicarse en ese evento eran necesarias para mí. Me pidieron cordialmente
que espere a que llegue la totalidad de los invitados y ocupen sus lugares: jueces,
fiscales, miembros de diferentes institutos judiciales y personal de prensa
acreditado.
Me
quedé en la galería adyacente a la sala de audiencias donde estaban preparando
un catering posterior al evento. En minutos, el cuarto piso se colmó de
personalidades; trajes, zapatos brillantes y mozos, custodios, cámaras. En
medio del caos me acerqué a otros organizadores y volví a repetir el speech.
Una colaboradora de Zaffaroni me dejó pasar y me ubicó en la parte de atrás de
la sala, el lugar reservado para la prensa. Nunca había cubierto un evento, no
soy periodista, pero imité sus formas de trabajo.
Entró
a la sala Zaffaroni junto a Juan Carlos Maqueda (Ministro de la C.S.JN) y a
Arturo Puricelli. Zaffaroni comenzó a agradecer a todos los que colaboraron
para que la investigación sobre tasas de homicidios dolosos durante el año 2012
pueda hacerse realidad. Es un proceso arduo el de recabar denuncias y datos
para conformar un índice de criminalidad. Especifico, como era este caso:
homicidios dolosos sobre una población de más 14.000.000 de habitantes.
La
lista de agradecimientos era más extensa de lo que me había imaginado, lo cual
me dio la pauta del esfuerzo en su concreción. Una tarea de registro y compulsa
expediente por expediente, en las palabras de Zaffaroni, una tarea de hormiga. Dio
las gracias por la colaboración en la habilitación del acceso de la información
al Ministerio de Seguridad, a la Secretaria de Cooperación, a la Dirección
Nacional de Inteligencia Criminal, al Ministerio de Justicia de la Nación, a la
Agencia de Sistemas de Información, al Consejo de la Magistratura, a la Oficina
de Estadísticas de la Nación, a la Procuración General de la Nación, a la Procuración
General de Provincia de Bs. As., al Departamento de Planeamiento y Mapeo
Criminal, a la Dirección General de sistemas de la C.S.J.N a cargo de Marcelo
Catoira que ha desarrollado un Software para manejo de estadísticas; entre muchos
otros ministerios y departamentos.
Una
“tarea colectiva” una “obra común” al decir de Zaffaroni, un deber ético nombrarlos;
y a mi parecer, además, una evidencia de lo fundamental de la creación de un
software para el manejo de los datos de modo sistematizado, para que esa tarea
producto de una obra común pueda realmente ser útil a la población.
El
informe se divide en dos partes: Ciudad de Buenos Aires y Provincia de Buenos
Aires (en este caso el esfuerzo es notable ya que a los colaboradores les llevó
tres años concluirlo)
¿Qué
nos dicen estas tasas? ¿Para qué existen? Zaffaroni dice que hay que tener un objetivo,
que en su parecer el objetivo es alcanzable y que se trata de un objetivo
preventivo basado en la profundización de estas investigaciones (de ahí su
valor fundamental)
La
meta a proponernos, según sus palabras, es alcanzar las tasas de Europa y
Canadá que oscilan entre el 2,5 % y el 3%.
”Nadie
puede prevenir lo que no conoce” como eje para valorar estos trabajos. “El
primer paso es conocer lo que está pasando”
Luego
indica que existen dos clases de víctimas:
Las
victimas que se publican y las victimas que no se publican. De este modo se las
estaría clasificando en victimas de primera categoría y en victimas de segunda
categoría.
Concluye
que en este análisis victimilogico la llamada “sensación” no tiene influencia,
puede haber una sobrestimación de los hechos ocurridos en las zonas de menor
tasa de delitos y una subestimación en las zonas de tasa más alta. Todo esto se
evidencia en el volumen de investigación del expediente (algunos con poca
cantidad de fojas)
La
dinámica de los delitos y sus desplazamientos pueden ser descubiertos a través
de los seguimientos en estas estadísticas. Lo que aún falta es una
investigación sociología de carácter cualitativo. Zaffaroni sueña con un
sistema de teleconferencias para unificar a recolección de datos con el resto
del país.
Y
concluye esta presentación afirmando que los homicidios dolosos son el
indicador por excelencia de la violencia criminal no del delito ya que el delito como entidad abstracta no se
puede medir. Lo que se muestra con esta investigación es un indicador de la
violencia.
“Hay
un derecho que no nos puede cancelar nadie, ni la más terrible de las
dictaduras, que es el derecho a soñar; uno lo puede hacer solitariamente… puede
soñar. Aunque sí se puede limitar, el temor a comentarlo a alguien en una
dictadura, y aunque no sea una dictadura hay algo que sí nos lo puede limitar
que es el temor al ridículo. Yo lo perdí, entonces me permito soñar. Tengo
presente lo de Stuart Mill: Toda gran empresa
primero se ridiculiza, después se discute, después se lleva a cabo. No
tengo temor a la primera etapa. La violencia homicida, la violencia de muerte
no se agota, por cierto, en el homicidio doloso (estamos marcando un índice).
Pero la violencia puede ser hetero-agresiva o puede ser autoagresiva; y el
derecho a la vida es el primero de los derechos humanos detrás de cada muerte
violenta; en la perdida de algo irrepetible como es la existencia humana. Hay
dolor, un inmenso dolor… hay un vacío, hay un duelo. De modo que la prevención
de la muerte violenta debe ser una de las primeras preocupaciones de todo
Estado.
Si
no conocemos el fenómeno es muy difícil prevenirlo.”
El
sueño al que se refería es una ley nacional de monitoreo y control de muerte
violenta que abarque al suicidio (forma de autoagresión) y a los accidentes de tránsito.
“Creo
que tener un órgano nacional que se ocupe de advertirnos dónde se producen
perdidas de la vida humana -tengamos en cuenta que la muerte violenta es
perdida de vida tal como es perdida de vida la que se produce por no tratar una
enfermedad curable o tratable-. Creo que en este sentido, debemos tener en
cuenta, siempre, que salvar una sola vida humana que evita una muerte violenta es evitar, de
alguna manera, un infinito.”
Aplausos.
Flashes. Pasamos todos al ágape de recepción.
II.- TASAS
C.A.BA: sobre una población de 2.900.000 habitantes arroja una tasa por 100.00
habitantes (forma de cálculo de tasa de homicidios internacional). Nuestra tasa en este caso es de 5.46 %,
o sea arroja un total de 158 víctimas.
Se
adjunta a disposición el Mapa de Calor
que se refiere a la concentración de homicidios dolosos en viviendas precarias
(este mapa puede chequearse en http://www.csjn.gov.ar/investigaciones/)
Para
el análisis de los homicidios dolosos se divide la ciudad en dos partes (la
zona sur y el resto). En la zona sur (Retiro-
Barracas- Flores Sur- Villa Lugano) se advierte una tasa alta, de 10, 06 por 100.000 habitantes.
Hay
una preeminencia masculina donde la incidencia de menores que no han alcanzado
los 16 años de edad es del 1%. Del 5% en menores entre 16 a 18 años.
En el resto de la ciudad la tasa es del 3,05 %
por 100.000 habitantes.
Sobre
el total de victimarios registrados el 17% son extranjeros. Quizás este dato
derribe mitos que sostienen el rumor sobre la inseguridad delictiva que trae
aparejada la permanencia extranjeros que vienen al país en situación de
búsqueda laboral.
En
cuanto a la relación previa entre víctima y victimario se arroja un resultado
del 41% de homicidios donde la víctima y el victimario tenían una relación
previa. Otro dato que refleja el contraste entre la sensación del miedo a morir
en manos de un desconocido que viene a robar.
El
61% de estos homicidios se producen dentro del mismo barrio de origen.
La
incidencia del arma de fuego en estos hechos es del 56% y la del arma blanca
del 28%.
En
cuanto al lugar de comisión: en la vía pública es del 62% y en domicilio
particular del 21%, lejos quedan los comercios con un 8%.
En
relación a la franja horaria: casi el 60% de los hechos se producen durante la
noche o la madrugada.
La
frecuencia por día de semana es del 64% en los finales de semana.
Los
móviles son: la riña 39%, robo 15% y luego las cuestiones intrafamiliares – un
dato que no hay que pasar por alto- del 9%
En
el caso de la Ciudad de Buenos Aires se puede mostrar una dinámica general que
vendría a ser:
AÑO
2010- TOTAL DE VICTIMAS: 168 – TASA:
5,81%
AÑO
2011- TOTAL DE VICTIMAS: 190- TASA:
6,57%
AÑO
2012- TOTAL DE VICTIMAS 158- TASA: 5,46%
CONURBANO: sobre una población total de
10.300.000 habitantes – abarcando 7 departamentos judiciales sobre un total de
40 partidos de la provincia de Buenos Aires-
Arroja
un total de 789 VICTIMAS, lo cual da una tasa de 7,66 sobre 100.000 habitantes.
Cabe
hacer una comparación con la zona sur de
la ciudad de buenos aires que arrojaba una tasa del 10,6, es decir, un
porcentaje mayor que para la zona del conurbano.
Acudiendo
al Mapa de Calor de la provincia de Buenos Aires también se puede observar una
concentración. Allí se ve una concentración en los barrios de emergencia.
En
La Plata se puede hacer alguna dinámica –como la que se hizo más arriba con la
Ciudad de Buenos Aires-:
En
2012 en los 14 partidos que abarca el departamento judicial de La Plata el
total de víctimas ha sido de 48 y se ve una baja en relación al año 2011 que
arrojaba un total de 62 víctimas.
La
tasa que da esto es de 4,13 por 100.000 habitantes en tanto que la tasa del 2011
daba 5,34%.
El número total de
víctimas entre Ciudad de Buenos Aires y Conurbano es de 986. Lo cual arroja una
tasa de 6,86%.
La presente
investigación puede verse detallada junto a los mapas de calor y a las tortas
de porcentajes en: http://www.csjn.gov.ar/investigaciones/
Y la presentación del
Mapa de Homicidios 2012 puede verse completa en: http://www.cij.gov.ar/nota-12496-Ra-l-Zaffaroni-present--una-nueva-investigaci-n-sobre-homicidios-dolosos.html
Lourdes Farall, Abogada, especialista en Investigación Científica del Delito, actualmente cursando la Especialización en Derecho Penal en la Universidad Torcuatto di Tella.
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